LIBROS INFORMATIVOS PARA NIÑOS
La revista
Peonza en el número 93, presenta una reflexión sobre la literatura para niños y la divulgación científica.
En la editorial comentan que:
Tanto los libros de conocimiento como los de literatura surgen de la curiosidad por conocer, del impulso de explorar y del placer de descubrir… Los cuentos y los libros de ficción narrativa cubren una parte de esas necesidades; otra parte importante de estos afanes pueden resolverla los libros informativos. Por eso, ambos tipos de lectura son necesarios.
Y desde el blog apoyamos esta idea: ambos tipos de ediciones deben estar muy presentes en las bibliotecas escolares.
En las recomendaciones de la selección de fondos para las bibliotecas escolares, se fomentan especialmente los libros informativos. Éstos, deben suponer alrededor de un 60% en el total del fondo bibliotecario de Primaria y un 80 % en las bibliotecas de los centros de Secundaria, frente a los libros de ficción.
Sin embargo, en la mayoria de las bibliotecas escolares, siguen primando, de largo, los libros de ficción.
Además de que la lectura se ha centrado casi siempre en la narrativa (poca poesía y teatro), y que a través de las historias de ficción sin duda hemos llegado a aprender más de lo que imaginamos…, este desequilibrio de fondos entre ficción e información, puede deberse a varios motivos:
uno de ellos es la escasa edición de libros de divulgación para niños que ha habido en el mercado, aunque últimamente se está publicando mucho más y mucho mejor.
Los libros de conocimiento deben estar ideados y redactados por expertos en las materias que sepan divulgarlas, acompañados por buenas imágenes y diseños, con diferentes tipografías para resaltar ideas o resúmenes, conelementos jerarquizados de lectura para que puedan ser útiles a lectores de diferentes etapas y conformados con índices, capítulos, glosarios… en definitiva, que tiene su complicación y la apuesta es más difícil, pero afortunadamente existen editoriales que saben hacerlo muy bien.
Por otra parte, la demanda de libros informativos desde el ámbito educativo ha sido escasa ya que la enseñanza tradicional se aferra a los libros de texto como libro exclusivo de su materia y se abren pocas puertas para que en las aulas entren otras voces.
En este aspecto, la creación de buenas bibliotecas en los centros, las que tienen vida, colaboran a que esto se vaya modificando con la difusión de sus fondos y la creación de bibliotecas de aula conformadas con libros de labiblioteca escolar.
Teresa Maña y Mónica Baró, han comentado en varias ocasiones que el libro informativo cubre los intereses lectores de muchos niños que no se sienten atrapados por el texto narrativo y que sin embargo, sí sienten curiosidad y atracción hacia el tipo de lectura que generan los libros divulgativos.